Todos alguna vez hemos sufrido por amor. Una ruptura amorosa puede ser, sin lugar a dudas, uno de los peores momentos de nuestra vida. En este artículo Elena Aguado Margallo, Psicóloga Clínica y experta en comportamiento humano, nos ofrece algunas claves sobre cómo reponernos a una ruptura amorosa
Prolegómenos
Las personas somos en esencia seres sociales. Debido a nuestra cultura occidental, además, somos individuos centrados en la monogamia. En los últimos tiempos, bien es cierto, que están consolidándose nuevas formas de pareja nunca vistos hasta el momento tales como el llamado “poliamor”, “parejas express”.
En el tema que nos ocupa, los seres humanos no estamos preparados para el abandono, ni social, ni psíquica ni físicamente. Con el advenimiento de un abandono o una ruptura sentimental en nuestra vida nos invaden sentimientos del todo negativos como el de la soledad, la decepción, el abandono, la vulnerabilidad o incluso son posibles también distintas anomalías en la percepción de nosotros mismos y nuestros valores (baja autoestima o sentimientos de culpabilidad)
Sin embargo, este artículo pretende no tiene por objetivo analizar los distintos estados de negatividad y frustración tras el abandono, sino que nos centraremos en analizar y desarrollar distintas cuestiones que pueden explicar cómo reponernos tras un fracaso amoroso o un abandono.
Desarrollo
Tras lo dicho anteriormente, cuando padecemos un abandono o un fracaso amoroso, debemos ser capaces de controlar el dolor, la angustia y todo sentimiento de culpabilidad.
Es natural y normal que la tristeza y la melancolía invadan nuestras vidas. El dolor es un duelo necesario e irremediable; sin embargo debemos analizar la situación, la evolución de nuestra relación y nuestro papel en di dicha relación sentimental. Es conveniente que para saber las razones de nuestro fracaso sentimental, con toda objetividad, uno se responda a las siguientes preguntas:
- ¿Por qué…?
- ¿Cómo…?
- ¿Desde cuándo…?
Es esencial, en este punto saber las posibles causas, los antecedentes y las cuestiones de base ante dicha situación tan dolorosa. Algunos de los vectores de riesgo más comunes en la ruptura de parejas son:
- Incompatibilidad de temperamentos.
- Distintas metas y/o distintas maneras de ver la vida
- Factores de conducta (egoísmo, exceso de vanidad, etc)
- Tedio y rutina.
Siempre se recomienda ser sincero consigo mismo, incluso conviene tomarnos nuestro tiempo e ir redactando en un papel la contestación a cada una de las anteriores preguntas y analizar nuestra relación según los vectores de riesgo citados.
Claves para la superación de una ruptura amorosa
Sólo analizando y localizando los orígenes y las causas podemos explicar la esencia y las razones de nuestro abandono amoroso y, por otra parte, solo a partir del conocimiento del por qué, del cómo y del desde cuándo podemos establecer unas pautas que sirvan para superar todo sentimiento de culpa o de negatividad.
Sin embargo, también debemos tener en consideración unos preceptos que pueden, en gran manera, ayudar a superar el dolor y sentimiento de tristeza por el abandono o ruptura de nuestra pareja. Estos son conceptos esenciales que debemos tener en cuenta:
- A veces el final de algo, por doloroso que sea, implica el comienzo de una nueva etapa, quizá mejor que la anterior, incluso.
- La soledad a veces es conveniente, así sea de manera temporal y esporádica, ya que puede ayudarnos a ordenar ideas y darnos el tiempo y los caprichos que posiblemente antes no teníamos.
- El abandono puede conllevar toda la libertad del mundo para hacer aquello que siempre hemos querido hacer.
- Apoyarnos en amigos y amigas es una cuestión básica para superar y exteriorizar todo el dolor o la pena.
- Jamás debemos sostener sentimiento de culpa alguno. Debemos querernos y valorarnos aún más que antes. La autoestima es esencial para poder volver a ser felices.
- Conocer a nuevas personas (por cualquier medio) es una sensación positiva, enriquecedora y recomendable para quien ha sufrido un desengaño amoroso.
- Por último…ríe, baila y disfruta. No te encierres en recuerdos o esperanzas ya que son cuestiones que, a la postre, serán negativas para tu persona y tu equilibrio psíquico.
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