¿Sientes que te levantas con fatiga, aunque duermas lo suficiente? ¿Te cuesta mucho concentrarte en tus tareas cotidianas, cualquiera sea el ambiente de la vivienda en el que te encuentres? ¿Crees que el aire en casa está como viciado y ello te agobia? ¿Has llegado a pensar que tu hogar no es precisamente un dulce hogar? Quizá necesites limpiar la casa, pero no solamente con productos de limpieza y fregona. Tal vez lo que precisa tu espacio vital es una limpieza de malas energías. ¿Cómo se hace? En este post te contamos cómo limpiar la casa de espíritus y vibraciones negativas.
¿Necesitas limpiar tu hogar de malas energías y no sabes cómo?
Como tú, no son pocas las personas que cada día nos contactan, desde diferentes partes de España, para saber qué pueden hacer para renovar la energía de su casa. Nos consultan inquietas por conocer los motivos por los cuales su hogar, poco a poco, dejó de ser un lugar placentero y desbordante de «buena onda» y se convirtió en un sitio agobiante donde no fluyen los proyectos ni el buen rollo.
Pero atención: esa gente se sorprende mucho al saber que la energía (buena o mala) que circula por las habitaciones de su domicilio (hasta por los rincones más recónditos) es provocada por las personas que allí residen. A ti también te ha dejado pasmado este dato revelador, ¿verdad? Pues sí, las vibraciones positivas o negativas que, en forma de iones eléctricos, se propagan por toda tu casa surgieron de situaciones prósperas y adversas allí vivenciadas. Y hay más: la permanencia de malos espíritus o energías depende, en gran parte, de la actitud de quienes pasan allí sus días al afrontar unas y otras circunstancias. Verdaderamente, si vives la vida tal cual es, disfrutando cada minuto, tu casa desbordará de entusiasmo y optimismo; en cambio, si la pasas sufriendo y lamentándote por todo, la mala energía se estancará allí y atraerá a espíritus malignos o traicioneros.
Pero no te disperses. Ya tendrás tiempo de reflexionar sobre todo ello y modificar tu actitud ante las cosas que te ocurren. Focalízate en cómo limpiar la casa de espíritus. Sin duda, es momento de abrir puertas y ventanas para dejar salir todo lo que te impida avanzar en la vida y ser feliz.
Limpieza de energías: el paso a paso
- Lo primero que debes hacer es limpiar y ordenar todo. Sí: cada cosa en su lugar. Recuerda que una casa ordenada es el reflejo de una mente ordenada. Aprovecha para hacer espacio a lo nuevo deshaciéndote de lo que ya no uses o no precises. Dona lo que esté en buen estado y arroja al cesto de basura el resto. No acumules. La limpieza aleja a las malas vibraciones y a los espíritus, que puedan andar por todos lados.
- Mueve la energía circundante. ¿Cómo se hace? Cambia de lugar los muebles, mejora la decoración de los ambientes y, por encima de todo, haz circular el aire. Un consejo: si sospechas que habita un espíritu, no enciendas una vela (ello solo prolongará su estancia en tu hogar). Utiliza un sahumerio como sustituto.
- Blinda la casa y protégela ante malas vibraciones. Llena un cubo con agua de grifo. Añade un chorrito de agua bendita, medio pocillo de amoníaco y ruda (hervida en agua o esencia de ruda). Embebe un trapo pequeño de puro algodón en el agua y limpia marcos de puertas y ventanas, zócalos o rodapiés de cada uno de los ambientes. Con el mismo trapo húmedo haz la señal de la cruz en la puerta principal. Las malas energías no volverán a entrar.
- Para finalizar, ahúma la casa. El humo purifica y aparta a los espíritus. Para ahumar la vivienda y dejarla al cien por cien libre de malas vibraciones, quema salvia blanca y utilízala como incienso. Recorre toda la casa esparciendo ese humo por cada uno de sus rincones. Respira también ese aroma. Purificará tu cuerpo, que es tu primer hogar.
- Si todo lo anterior no bastó, consulta a un profesional. Si haces todo lo que te sugerimos y notas que la energía en tu casa no ha llegado a renovarse totalmente, contacta a un vidente o tarotista de confianza. Podría ocurrir que esos espíritus o malas energías provengan de algún «trabajo» de magia negra que alguien que no te quiere y te desea el mal haya mandado hacer contra tu persona. En este caso, no sería la casa el problema sino quien la habita, es decir, tú. Una o más consultas al tarot telefónico podrían alejar todas las dudas al respecto. Ya lo verás.
Ahora que ya sabes a la perfección cómo limpiar tu casa de espíritus, pon en práctica todos estos consejos cuanto antes y disponte a disfrutar de la energía renovada que habitará tu hogar. Respira, vive el momento, vuelve a respirar profundo… Verás que todo comienza a fluir: los nuevos proyectos, la «buena onda», las ideas brillantes y más.
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