Descifrar el lenguaje de las velas es muy importante. Antes que nada, debes tener claras tus intenciones cuando decides prender una vela. Por un lado, elige bien el color de la misma, ya que, en función de este, podrás lograr más o menos energía conforme a tus deseos específicos. Es importante asimismo que observes la forma de la llama, así como el derrame de la cera. Son muchas las pistas que te desvela este objeto.
El lenguaje de las velas
La petición o el sentido de la vela
Puedes encender una vela por el único hecho de adornar tu casa. En ese caso, no tienes por qué preocuparte por observarla ni prenderla de alguna forma especial. Así que, sea del tono que sea, no debes preocuparte, aunque será conveniente que evites el color negro y te decantes por los tonos blanco, azul y violenta, preferiblemente. En sí son tonalidades de pureza, armonía y energía positiva que, quieras o no, te servirán para mantener tu hogar protegido.
En el caso de que quieras hacer una petición a las deidades o realizar un hechizo o conjuro, deberás contar con una vela consagrada. Si esto no es así, posiblemente no logres el propósito que buscas.
Una vez que has cumplido con los requisitos anteriores, llega el momento de hacer tu ruego, novena, petición, etc. Ya sea por medio de un potente hechizo o buscando la ayuda divina para lograr una resolución favorable ante un problema que te preocupa, es imprescindible que enciendas la vela con una cerilla o un palito de madera.
Evita cualquier tipo de corriente de aire, ya que podría apagar la llama antes de tiempo y dar por concluido el ritual emprendido. Si esto te ocurriera, deberás comenzar de nuevo, repitiendo e, incluso, mejorando los pasos que diste en un primer momento.
Cuando has realizado todos los pasos correctamente, llega la hora de contemplar el lenguaje de las velas.
Saber interpretar el lenguaje de las velas
El color de las velas ha sido elección tuyo, así que lo elegiste con una intención que solo tú sabes. Ahora sabrás qué te va deparar el futuro en relación a lo que solicitaste. Para ello, no pierdas de vista la llama de la vela.
Conforme al tamaño de la llama, sabrás cómo va de bien tu deseo. Así, si la llama es alta es que el universo ha oído tu petición y todo va bien. En caso de que la llama sea muy pequeña o llegue a apagarse (sin haber una corriente de aire cercana), deberás formular nuevamente tu petición, teniendo las ideas claras.
Puede suceder que no veas nada anormal en la llama, por lo que debes tener paciencia, ya que el proceso requiere mucho tiempo para que se termine por cumplir.
Cuando chisporrotea significa que no tienes la suerte que necesitas y que todo puede salirte al revés. Pero no te rindas, sobre todo si tus intenciones son buenas. En el instante en que la llama aparenta que sube y baja te estará indicando que tus ideas son todavía demasiado confusas.
Existe otra forma de leer lo que te transmiten las velas. Observar el color de la llama es imprescindible, ya que lograrás descubrir mensajes reveladores. De esta forma, el amarillo es sinónimo de falta de energía en nuestra petición o, sencillamente, se ha rechazado lo que solicitamos.
Si ves la llama de color rojo y brillante es sinónimo de que verás una solución inmediata y favorable. La llama azulada te indica que la persona a quien iba dirigida tu proyección ha recibido con éxito tu mensaje.
En caso de que la llama muestre un color blanco, estás de enhorabuena, ya que deidades poderosas han decidido ayudarte. Cuando de la llama surgen dos colores, solo debes mirar lo indicado anteriormente y combinar los mensajes que te pretende transmitir.
Existen más mensajes que tienes que percibir a tiempo, como es la aparición de dos llamas por haberse partido el pabilo. Esto te quiere dar a entender que necesitas formular mejor tus deseos y peticiones. Te aconsejamos que, en este caso, enciendas una nueva vela.
Puede sucederte algo que a tus ojos sea inaudito, como la imposibilidad de encender la vela, a pesar de que hayas evitado toda corriente de aire. Ante este problema será necesario que acudas a un profesional, como un vidente que te pueda informar de todo lo que te rodea. Las energías negativas intentarán imposibilitar cualquier contacto tuyo a entidades positivas.
Ante cualquier duda o cuestión que te afecte, siempre tienes la posibilidad de llamar por teléfono a un vidente que te lea el tarot, además de portar contigo un ojo turco. Sabemos que no siempre es fácil entender todo el lenguaje de las velas. Por eso, con una llamada no solo encuentras la garantía de un servicio seguro y económico, además de ser confidencial, sino que obtienes una respuesta certera.
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