En este artículo vamos a explicar qué significa el ascendente tu horóscopo, un aspecto que no solo va a definir cómo somos, sino lo que estamos proyectando a los demás de forma inconsciente.
El signo zodiacal es un elemento que viene determinado por la casa en la que estaba situado el Sol el día en que nacimos. Se trata de algo muy popular que tendemos a hacerlo nuestro, como el nombre o el apellido, simplemente mirando el día de nuestro nacimiento y enmarcándolo con un signo que tiene ciertas características.
La carta Natal
Inmediatamente, lo que la mayoría de la gente hace es leer las característica de ese signo y comprobar si se siente identificado. Lo más común es que acierte en unas cosas y en otras no, dando a pensar que es imposible que acierte en todo. Sin embargo, esta «falta de acierto» tiene un significado que pocas personas saben: el ascendente es lo que individualiza a los miembros de un mismo signo, el que da sentido a su personalidad.
Entonces, ¿qué significa ascendente? Técnicamente, hablamos del signo que emerge en el mismo momento en el que damos el primer soplo de vida (hablamos de una exactitud matemática, con minutos y segundos) y que no tiene por qué coincidir con el signo zodiacal. Esto no es mera coincidencia y se convierte en un dato fundamental a la hora de hacer nuestra carta natal.
Si queremos imaginar cómo se forma físicamente estas realidades, pensemos en una línea imaginaria y vertical en el horizonte que divide el mundo. Esto da lugar a las diferentes casas zodiacales y el ascendente de cada uno es considerado la casa I.
Traduciendo esta representación a aspectos más mundanos, lo que significa ascendente en tu horóscopo es, ni más ni menos, nuestra personalidad, cómo esta va moldeando nuestra apariencia física y cómo nos dirige a reaccionar a determinados acontecimientos. Bien es verdad que el carácter de cada uno se va forjando a lo largo de los años, a través de lo que nos hayan enseñado de niños y por las circunstancias que nos haya tocado vivir. Pero, en la gestión de las emociones también influye la personalidad con la que hayamos nacido.
El ascendente en tu horóscopo y las relaciones sociales
Al final, la forma de proyectarnos en los demás y la imagen que damos es resultados de todos estos aspectos y es interesante saberlo para corregir o modificar ciertas actitudes. Para todos nosotros son muy importantes las relaciones sociales, ser queridos y reconocidos pero no siempre nos resultan fáciles y esto nos puede hacer daño. Algunas personas intentarán ponerse una careta para para lograr encajar socialmente pero, al final, la propia personalidad siempre emerge.
El ascendente nos indica cuáles son esos rasgos que nos definen y que no podemos esconder así como así, pero con una buena gestión de las emociones podemos reconducirlos para nuestro propio beneficio. Por ejemplo, si eres una persona tímida y no tienes muchos amigos, quizás es buena idea aceptar ese rasgo de tu carácter y centrarte en rodearnos de poca gente, pero auténtica. No insistas en convertirte en una persona sociable de la noche a la mañana, porque va en contra de tu verdadera personalidad y eso, al final, te va a hacer sufrir.
En este punto quizás te preguntes si es posible ser un tipo zodiacal puro, es decir, que tengas el mismo signo solar y el mismo ascendente. De esta manera, será mucho más fácil para ti concretar los rasgos de tu personalidad y hacerte una idea de la imagen que proyectas sobre los demás. Lo cierto es que un porcentaje muy pequeño de todos nosotros comparten signo y ascendente, así que concluimos que no es imposible pero poco probable.
Esto quiere decir que la mayoría de nosotros vamos a tener una mezcla de rasgos proveniente de dos signos, que hay que interpretar con mucho tacto. Aunque el carácter y la personalidad sea algo innato en nosotros, no es tan fácil reconocerse a uno mismo, precisamente por ese convivir diario que nos lleva a pensar que, lo que hacemos, es lo más normal y lo más correcto. Pero las personas que tenemos en frente no tienen por qué tener la misma sensación y es ahí donde entran en juego las relaciones sociales.
Y además, esta forma de vivir también nos va a llevar a un lugar extraño pero al que vamos todos, irremediablemente: al destino. Hay un dicho muy certero que indica que donde estamos hoy es el resultado de las decisiones que tomamos ayer. Y estas decisiones se basan en nuestras creencias, forjadas por lo que hemos indicado antes: nuestras vivencias y nuestra manera de sentirlas. Reconocer cómo y por qué nos sentimos de una determinada forma, gracias al ascendente, es vital si queremos comenzar a reconducir el camino de nuestras vidas.
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